Letra:Fernando Barrientos - Música:Fernando Barrientos
Cuando la gente va a la oficina vuelve Corina, con las manos cerradas pues en sus palmas tiene una espina. Corina solo espera la ocasión de ser la cenicienta que algún cuento le enseñó. Con una historia escrita de sábanas que ya están marchitas. Las lágrimas de enero que son plegarias aunque no sean vistas. Las hojas de un invierno callejero que juegan con la sombra de algún duende pasajero. Corina, no llores en las calles que están las niñas. Corina, no llores en las calles que alguien vigila. Cuando la gente va a la oficina vuelve Corina, con las manos cerradas pues en sus palmas tiene una espina. Corina solo espera la ocasión de que los hombres vean que el error es de los dos, de que los hombres vean que el error es de los dos. Corina, no llores en las calles que están las niñas. Corina, no llores en las calles que alguien vigila.
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