por Pedro Conde
Julio Cesar toca el piano todos los mediodías en el Hotel Plaza...
Figura 1: Marcelo Carpita
Julio Cesar toca el piano todos los mediodías en el Hotel Plaza.
Siempre pasa a la misma hora, pero un día de marchas de protesta nos conocimos.
- "Salí corriendo que ahí vienen los piqueteros".
No me dio tiempo a responderle, pero a la mañana siguiente me preguntó qué había pasado y le dije que no me moví de mi lugar y que, al pasar la columna, los piqueteros de adelante me cargaban, los piqueteros del medio les chistaban para escuchar y los piqueteros del fondo tiraron monedas. Los carteles decían "Corriente clasista y combativa" pero por lo que observé, eran gente común yendo hacia su actividad, sólo que en vez de hacerlo individualmente lo hacían en masa.
Desde ese día, Julio y yo nos saludamos muy afectuosamente, tanto es así que cuando le conté acerca de mi recital en la Peña del Colorado, lo primero que me preguntó fue cómo pensaba ir vestido.
Yo le dije que nunca le di importancia al vestuario y él dijo que la imagen era una parte de lo que brindamos en escena.
Al día siguiente me regaló un smoking.
Al saber que era pianista de un hotel tan importante, le dije que debería ser muy buen músico, pero allí mismo me dio una clave que quedará grabada en mi memoria para el resto de mi vida:
"Lo importante es emocionar."
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